¿Sabías que antiguamente a los pactos satánicos también se les conocía como pactos fáusticos?
En la tradición cristiana, el pacto con el diablo es el contrato que una persona hace con Satanás o cualquier otro demonio para obtener favores de éste a cambio de entregar su alma y condenación eterna. Se dice que este pacto duraba toda la vida y era firmado con la sangre de la persona que esperaba obtener los favores del demonio, esta sangre a su vez simbolizaba una ofrenda al diablo y lo que se estaba ofrendando era precisamente el alma del individuo. Consistía en la invocación, el conjuro y por último el pacto propiamente dicho.
A partir de la Edad Media la teología cristiana distinguió dos clases de pacto:
- Professio tacita o pacto privado que se llevaba a cabo a través de un intermediario, generalmente una bruja o un nigromante.
- Por su parte, el professio expresa, pacto público o solemne es un pacto firmado con sangre. Los teólogos creían que este tipo de pacto se llevaba a cabo durante los aquelarres.
Se creía también que durante el pacto, Satanás dejaba una marca en alguna parte del cuerpo de la persona y al poco tiempo, la persona perdía su sombra y su reflejo frente a los espejos. Además su nombre quedaría incluido por la eternidad en el Libro de la Muerte, también conocido como Libro Rojo de Satán.