La Dinastía de los Bassarab durante siglos vio a su país asolado por guerras e invasiones, hasta que Ralph el Negro estableció a los Bassarab como la familia gobernante de Valaquia, lo que es hoy en día una región de Transilvania en Rumania, reinando como Vlad I, Vlad II, Vlad III y Vlad IV; sin embargo las invasiones con los turcos, los mongoles y los húngaros continuaron así que los Bassarab debieron gobernar de forma estricta y los castigos que aplicaban llegaron a ser tan crueles que lograron infundir temor entre los pobladores.
El príncipe Vlad III, hijo del despiadado Vlad Drakul, gobernó Valaquia entre 1456-1462 y se le conocido también como Vlad Tepes o “el empalador”, fue quizá el más cruel de todos los Vlad, sus torturas y castigos fueron tan espantosos que los válacos creían que sólo podía ser hijo de Satán o de un dragón. Se decía de él que era valiente, tenía un implacable sentido de la justicia y su gran crueldad; su castigo favorito era el empalamiento y lo aplicaba a sus prisioneros de guerra, el empalamiento consistía en introducir un palo por el ano o la vagina hasta la boca o el hombro de sus víctimas, esta técnica producía la muerte, pero no de manera inmediata, los empalados sufrían durante largo tiempo, mientras tanto Vlad Drakul acostumbraba sentarse a comer y beber sangre frente a sus prisioneros, gozando de los gritos de dolor que el castigo les producía. Se piensa que cerca de cien mil personas murieron empaladas durante el reinado de Vlad Tepes.

A pesar del terror que infundía, actualmente muchos Rumanos lo consideran un héroe nacional que supo mantener su país libre invasiones y en orden, y los pobladores de Valaquia lo veían como un gobernante cruel, pero justo.
Durante mucho tiempo se ha pensado que el Vlad histórico fue la principal inspiración de Bram Stoker para la creación en 1897 de su personaje ficticio Drácula; sin embargo, lo más probable es que Stoker sólo haya encontrado en un libro sobre Valaquia y Moldavia una breve referencia al padre de Vlad Tepes, Vlad Drakul, donde se decía que “dracul” en la lengua de Valaquia significa “diablo” o “dragón”. La versión más aceptada nos indica que Bram Stoker baso realmente su personaje Drácula en la condesa Elizabeth o Erzsébet de Bathory.