Casas embrujadas


En algunas ocasiones las casas parecen ser no sólo el hogar de una familia, sino también el espacio de algún ser sobrenatural que deja sentir su presencia a través de ruidos sobrecogedores, gemidos, lamentos, cambiando las cosas de lugar o moviendo los muebles. Los dueños de las casas son despertados en medio de la noche por pasos o voces. A menudo, estos fantasmas son espíritus de alguien que habitó en esa casa o que de alguna manera se relacionaba con ese lugar.

A pesar de las presencias sobrenaturales en las casas embrujadas provienen de espíritus de personas, en ocasiones, los disturbios pueden tener un origen distinto al de los fantasmas, de esta manera las casas pueden estar habitadas por hadas, demonios, duendes, etc. En estas casas se pueden reportar además olores extraños o súbitos cambios de temperatura. Las luces se encienden y apagan sin explicación.

Se piensa que los fantasmas que habitan en las casas embrujadas quedan unidos a la casa y al mundo de los vivos después de que algo terrible ocurrió en el lugar, un asesinato, su propia muerte, un suicidio. A menudo, las investigaciones revelan una terrible tragedia que involucra de algún modo al espíritu y no lo dejan descansar en paz hasta que se resuelva el misterio; por ejemplo, si alguien más asesinó, el fantasma no descansará hasta que el asesino abandone para siempre la casa o bien, hasta que algún experto en fenómenos paranormales o algún sacerdote se encarguen de exorcizar el lugar.

No es muy común, pero existen casas que están permanentemente embrujadas; en otros casos, las presencias sólo se dejan sentir en alguna época del año o el espíritu se hace presente sólo una vez causando gran conmoción entre los que fueron testigos de esta aparición. De hecho, es muy común que en todas las ciudades del mundo exista una o varias casas que son famosas por estar embrujadas.


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