La palabra aquelarre procede del euskera o lengua vasca aker=macho cabrío, y larre=campo y era utilizada para referirse a la reunión de brujas donde veneraba a un macho cabrío con el fin de ofrecer culto al Diablo para obtener de él riquezas y poderes. Esta palabra fue más adelante adoptada por el español para referirse a las reuniones nocturnas de brujas y brujos. Aunque el aquelarre puedes estar relacionado también con los ritos de índole pagano llevados a cabo sin el consentimiento de la religión.
De esta manera, los aquelarres son las reuniones que las brujas celebraban cada mes durante la noche de luna llena; los sabbats, por su parte, son las cuatro grandes reuniones que celebraban al año: el día de la candelaria (2 de febrero), en la noche de Walpurgis (30 de abril al 1 de mayo), en la fiesta de San Pedro (1 de agosto) y en Halloween (31 de octubre).
En los aquelarres se adoraba al Demonio con actividades desenfrenadas que iban desde orgías, hasta la copulación con cabras; se servían bastos banquetes donde los platillos incluían carne humana. Se dice que algunos aquelarres estaban presididos por el mismo Satanás, ya fuera en forma humana o animal (generalmente un macho cabrío), y en ellos hacía uso de drogas para hechizar a las brujas. Estas drogas se aplicaban en forma de ungüento por vía vaginal o rectal, de ahí que los aquelarres han sido asociados con la promiscuidad sexual.